domingo, 5 de julio de 2009

Carta

Pensaba en que sentimiento enfocarme para dedicar estas palabras a tus ojos o probablemente a la nada.

Entonces se me ocurrió que "amor" era lo mas acertado; entonces empezaron a llover pedazos de nostalgia, esperanza, resignación, impaciencia, tolerancia e ilusión, decidí sencillamente escribir con todo eso, aun con la inmensa duda de la finalidad de esta carta: confesión o despedida.

Es importante que entiendas desde ahora que eres todo lo que siempre soñé en cada mínimo sentido.

El mundo nos acerca y nos aleja a su antojo y hoy me despido con la mas firme intención de no volver a verte.

Lo mas curioso es que no tiene nada que ver contigo; soy, en cambio, yo con mi temor a la vida y mi miedo a la felicidad.

Hoy quiero agradecerte porque he aprendido de ti.

Te ubicare brevemente en mi pasado.

Probablemente he sufrido y he sido golpeada por el mundo mas veces que una persona promedio.

No creía, no escuchaba, no confiaba.

Una vez hubo una luz; una vez se apago.

Seria doloroso recordar mi pasado. Lo que ha muerto debe descansar en paz.

Un día, típicamente oscuro como todos los anteriores, tropezaste por equivocación en mi camino y yo cometí el error de mirarte, me perdí en tus ojos y el resto de la historia no sabre explicarla jamás.

Tus ideales de respeto, pasión y romanticismo me hicieron descubrir que había cometido el error mas glorioso de mi vida, pues el destino me estaba acercando mas y mas a ti.

Descubrí que el cielo era mas profundo de lo que parecía ser, aprendí que los ojos esconden un alma, entendí que era posible detener el tiempo en una esquina de tus labios y que puedo volar a tu lado aun sin poseer alas propias.

Contigo he descubierto, también, una verdad y una mentira.

La mentira es que nadie, nunca, en ningún lugar del planeta podrá jamás quererte del modo en que yo lo he hecho.

Y la verdad, mas cierta que todas las demás verdades, es que te voy a querer por siempre.

Fuiste en mi vida la esperanza en todo su brillo y el amor en toda su pureza.

Recuerdo haberte dicho que te amaba, una vez, en algún momento de mi vida, y no lo volví a repetir jamás. Era necesario decirlo una sola vez para que entendieras cuan serio y profundo era lo que estaba sintiendo. Jamás me arrepentiré de esas palabras. Ellas robaron mi respiración por un momento y cualquier rescatado ideal de que el amor no existía.

Decir que amas a una persona es aun mas fuerte que desearle la muerte. Es una frase perpetua que encadena a tu conciencia para toda la vida.

El amor es armonía, la razón que mueve a todas las cosas en este planeta. La razón que les da color, vida y fuerza para hacer de cada mañana una nueva oportunidad con nuevos caminos y nuevos sueños.

Una vez escuche que alguien dijo que la gente no podía vivir de sueños y , por un momento, lo creí.

Cuando te conocí entendí cuan grave era esa mentira.

La vida entera esta basada en sueños y la vida misma es el sueño mayor.

Tu eras mi sueño, un sueño subconsciente, un sueño que deje divagar por los lugares mas remotos y menos visitados de mi conciencia.

Luego apareciste y entendí que podía vivir de sueños, que podía vivir soñando y que podía soñar contigo.

Con sinceridad, eres mucho mas de lo que yo me atrevería a pedir, pues se mas que nadie cuantos errores he cometido, cuantas veces he herido y le he fallado a personas que amaba. Y después de recapacitar y meditar sobre mis errores entendí que todos ellos forman parte de mi pasado, del ahora y del después.

Conseguí este ideal de que solo los errores tienen la exclusiva capacidad de hacerte crecer como ser humano. Los errores te dan la agilidad de distinguir entre el bien y el mal. Tu fuiste y serás siempre el bien en toda su expansión.

Descubrí que mis manos estaban moldeadas de un modo en que solo encajaban entre las tuyas, y que tienes los únicos ojos que me roban suspiros antes de dormir y al despertarme. Los únicos ojos que me hacen sentir segura, aun en mis peores pesadillas.

Ya estoy en plena madrugada, y es necesario intentar explicar de un modo mas explicito lo que quiero decir con todas estas palabras.

A través de experimentos en el laboratorio de mi existencia descubrí una manera de tenerte amarrado a mi para siempre.

Lo que nunca empezó no puede tener un final. Quien nunca ha visto, no puede ver de nuevo. Espero explicarme bien.

Eres todo lo que quiero en la vida, y en algún punto de esta carta, decidí no escribirte nada. Decidí que, si lo hacia, te iba a perder para siempre.

Pero entiéndeme, no puedo perderte porque nunca te he tenido.

Todos los cuentos comienzan con "Había una vez.." y siempre llegan a su final, indiferentemente de un final feliz o no; es un final.

Los finales duelen, y yo soy incapaz de causarte dolor alguno en mi vida.

Entonces decido que permanezcas para siempre en mi.

Presente en mi memoria, en mis recuerdos, en mis ojos, en mis labios, en cada paso que doy y en cada aroma o melodía que me traiga el viento y de repente me recuerde a ti; entonces me robaras una sonrisa tras otra.

En la brisa me abrazaras con tu aroma y me hablaras con tus melodías.

Yo sabre entenderte, y tu sabrás que yo estaré bien.

Es importante que sepas que, en la oscuridad de mi cuarto, de repente sonrío porque pienso en ti. Porque eres mi único sueño y la única razón por la que creo fielmente en la teoría de que los sueños existen.

Después de esto, dirigiré mi camino exclusivamente a mi misión en este mundo: ayudar al prójimo y sanar sus heridas en todos los inmensos sentidos que pueda conllevar esa frase.

Decidí que no quiero saber mas del amor, pues contigo aprendí todo lo que era posible aprender de el y aun mas.

Tu llenaste el vació que nadie mas pudo llenar, viste mas allá de la rigidez de mi corazón, viste lo que nadie mas pudo ver, viste lo que todos decidieron no ver.

Aun entre escándalos, sonrisas falsas y copas desbordantes que brindan por algún triunfo, sonreiré para mis adentros, te estaré escuchando y sabre que estarías orgulloso de mi.

Por favor perdóname si te veo algún día por casualidad en los labios de alguien más y finjo una cordial sonrisa, pasare por tu lado y una oleada de nostalgia llegara a mis ojos y probablemente un par de lágrimas golpearan el piso.

Al alejarme un poco mas sonreiré, esta vez con sinceridad, pues entenderé que el egoísmo es el peor defecto de un ser humano.

Tu serás libre y amaras con plenitud, y por encima de eso, sin tu saberlo, estarás para siempre conmigo.



P.S. Es importante que esto llegue a tus manos, es importante que sepas lo que siento aunque aun queden muchas cosas por decir.

Puedes conservar estos papeles y este millón de palabras o puedes dejarlo ir y sencillamente retenerlo para siempre en tu memoria, como estoy haciendo contigo en esta despedida, en este preciso instante.

Te amare.

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