domingo, 24 de octubre de 2010

¿Quien eres ahora?

Quién eres ahora? ¿Que te ha hecho cambiar de ese modo? ¿Piensas en mi antes de dormir, del mismo modo en que yo pienso en ti? ¿Me extrañas cuando ves mis fotos?
Tu foto esta en mi closet, la veo cada vez que me cambio de ropa. Te veo a ti, a esa mujer maravillosa que conocí o creí conocer una vez. Te veo y se me llenan los ojos de lagrimas al darme cuenta que tu foto esta allí, dentro del closet, porque me avergüenza que se enteren de lo mucho que te extraño y que te necesito a pesar de todo lo que nos has hecho pasar.
¿Sientes algún tipo de remordimiento? ¿Sientes algo en especial? ¿Has querido llamarme y pedir perdón? ¿Has querido olvidar todo el pasado y volver conmigo?

Te escribo ahora, aun cuando me prometi a mi misma no volver a escribirte porque me di cuenta que mis sentimientos no significaban nada en absoluto y que no movían ni un centímetro del suelo que estas pisando, no te quitaban el aliento, no te hacían reflexionar.
Ya nada te hace reflexionar y cada día estas mas cambiada. Cada día eres menos tu. Cada día te extraño mas aunque te conozco menos. Cada noche derramo una lagrima mas que la noche anterior porque ha pasado un día mas, un día mas de cambios en tu vida, tu vida ya tan alejada de la mia.

Te escribo ahora y se que no debería, que me hace mas daño porque cada vez que te necesito cerca leo todas las cosas que te he escrito. Las leo una y otra vez y me pregunto como es posible que no te des cuenta de lo obvio que es mi mensaje; mi mensaje que te dice a gritos que vuelvas, que no se vivir sin ti, que mi existencia no tiene ningun sentido, que sin tenerte a mi lado, siendo incapaz de protegerte y de amarte, las cosas son inútiles e innecesarias.

¿Entiendes el daño que has hecho en mi? Que no quiero escribirte, que me avergüenza extrañarte, que todos me dicen que te deje ir, que te olvide, que no vas a recapacitar y en el fondo se que tienen toda la razón.

Pero no puedo dejarte ir y no creo que entiendas lo que eso significa.

Yo quería ser medico porque quería ayudar a los demás, aun a pesar de todo el daño que me han hecho, del mal que me han causado y que me siguen causando. A pesar del mar de blasfemias en que me han hundido, a pesar de los rumores de personas que aun no me conocen; a pesar de todo, yo creía fielmente que debajo de esas trivialidades, debajo de esas capas de vanidad e inseguridad existía el Bien. Yo creía que el Bien estaba dentro de todos nosotros, pensaba que nacíamos inocentes y que desde el primer día de nuestras vidas esa inocencia iba siendo opacada poco a poco. Pero yo insistia, yo insistia en que el Bien estaba en todo ser humano como parte de su constitución etérea, pensé que las personas en el fondo, muy en el fondo eran buenas y que yo, con mi labor, podría demostrarlo.

Yo quería ser medico porque, a pesar de todo, confiaba en las personas, confiaba en que las personas podían ser buenas y quería gastar todas las horas de mi vida sirviendo al prójimo, del modo en que Dios nos sirve cada día de nuestras vidas. Pensé que al ser merecedores del servicio de Dios, de repente los seres humanos si eramos de fiar en el fondo. Yo quería ver la luz que Dios veía en nosotros. Yo quería aportar al menos un granito de arena a una sociedad que malgasta sus bienes, sus cuerpos y sus vidas en busca de poder y dinero. Yo quería creer que eramos mas que eso, que eramos muchísimo mas que eso.

Pero ya no creo nada de eso, ¿sabes? Si tu me has hecho esto, ¿Qué puedo esperar de otra persona, de la vida, del mundo?, ¿Qué cosa podría esperar de un paciente? De un paciente con una vida propia, con problemas graves, con una historia que no conozco y que nunca alcanzare a conocer. De un ser humano encerrado en su propia cascara de la ignorancia, un ser humano a quien no le importa nada mas que calmar su propio dolor para volver a sus problemas y a su historia.

Ya no quiero ser medico, ya no quiero nada de esto que tengo, nada de este palacio de ideales filosóficos que me he construido, nada de ese futuro brillante que me propuse. Esa basura del bien y el mal, de la balanza, de la justicia. ¿Cómo puedo creer en algo siquiera si mi madre me ha decepcionado de este modo? Ella, la mujer que mas he amado y que mas amare en toda mi vida. La mujer por la que entregaría mi cuerpo y mi vida. La mujer por la que lloro lagrimas de sangre cada noche porque la necesito.

Necesito a mi mama, no a quien eres ahora. Pero no me doy por vencido porque aun guardo esa ilusa esperanza de que, quizás, debajo de todo ese aparataje en el que te has convertido, esta mi mama. De repente, mi mama esta allí pidiendo a gritos ser rescatada, suplicando por volver a la superficie. Guardo una esperanza y esa es mi única esperanza.

Lloro mientras te escribo ahora y llorare en un rato cuando me acueste a dormir y rece las oraciones que me enseñaste, cuando tomabas mis manos y las juntabas entre tus manos y me hablabas de Dios y de lo mucho que me amabas. Llorare en la mañana porque te habre visto en mis sueños de esta noche, llorare porque solo te vi en mis sueños, porque solo fue un sueño. Llorare mientras desayuno porque extraño tu comida y tus manias. Llorare cuando me monte en el carro y escuche las gaitas que siempre escuchabas a todo volumen cada vez que saliamos solas en el carro. Llorare cuando, al pasar por las casas, vea que todas están decoradas de navidad, con luces y arbolitos y felicidad y que mi casa sea la única apagada, muerta, sin decorar. Llorare en la noche viendo alguna película que me recuerde a ti, llorare cuando vea tu foto en el closet. Así han pasado 90 días y los que faltan aun por llegar.

Te escribo esto porque tenia que sacármelo de adentro, porque me asfixia extrañarte y amarte de este modo y no poder decírselo a nadie. Quiero ser objetiva y justa, y lo soy. Pero en mi silencio, en mi soledad, te extraño y me imagino lo bonito que seria todo si estuvieras de nuevo aquí, tocando la puerta de mi cuarto, sentándote en mi cama, hablándome de cualquier cosa porque en este momento, tan solo tu presencia me haría sonreir, el volver a escuchar mi nombre en tu voz, verme reflejada en tus pupilas, tocar tus manos, saber que eres real y que estas de vuelta. No puedes imaginarte la emoción que sentiría.

Y aquí estoy soñando de nuevo con tu regreso, mintiéndome a mi misma, jugando con mis propios sentimientos. Creyendo que mi mama entrara por esa puerta y me regalara el día mas feliz de toda mi vida, pero ya mi mama no esta, mi mama se ha ido, se perdió en el tiempo, mi mama dejo de estar en ti, ya tu no eres mi mama. Así que, dime, ¿Quién eres ahora?

Nos falto tiempo

Nos falto tiempo para escucharnos, para contarnos secretos que hasta el dia de hoy no se de ti y tu no sabes de mi.
Nos falto tiempo para abrazarnos, para fundirnos en la tibieza de dos cuerpos diferentes hechos de la misma piel, madre e hija.
Nos falto tiempo para reirnos a carcajadas de las tonterias que nos ha obligado a hacer este mundo colmado de normas inutiles.
Nos falto tiempo, nos faltaron besos, nos faltaron palabras.

Nos falto tiempo para quejarnos del clima, para burlarnos de nosotras mismas, para lucir algun atuendo estupido.
Nos falto tiempo para sacar todas mis muñecas de aquellas cajas en el sotano y ponernos a jugar, nos falto destreza.
Nos falto tiempo para molestarnos, para hacernos daño, para llorar juntas por cualquier razon trivial.
Nos falto tiempo para acostarnos en el techo de la casa y contar las estrellas hasta quedarnos dormidas.

Nos falto tiempo para irnos de viaje, solas tu y yo, y perdernos del mundo.
Nos falto tiempo y valor para hacer tantas cosas por las que hoy daria mi vida.
Me faltaron agallas para retenerte y suplicarte que te quedaras.
Me falto valor para reconocer que me equivoque y que mi comporamiento te hacia daño.

Nos falto tiempo para inventar sueños juntas, para hacer tonterias con nuestra imaginacion, para jugar a ser niñas.
Nos falto tiempo para hacerle una broma a la vecina, para verla desde la ventana y criticarla hasta que nos aburrieramos de ella.
Nos falto tiempo para lavar el carro juntas, para cenar a la luz de las velas, para contarnos chistes y llorar de la risa.
Nos falto tiempo, nos falto dedicacion, nos faltaron las ganas de empezar de nuevo.

Hoy me haces falta por la mañana, ya nadie toca mi puerta para despertarme.
Me haces falta cuando bajo a la cocina y la veo desolada, ya no me dan ganas de comer.
Me hace falta tu ruido y tu musica ochentera en las tardes.
Me hace falta tu buen gusto, me hacen falta tus comidas excepcionalmente exquisitas.
Me hace falta tu ropa pasada de moda, me hace falta darte consejos de glamour y reirme de tus excusas.
Me hace falta el arbolito, las gaitas y tu empeño excesivo en decorar hasta el ultimo rincon de la casa.
Me haces falta en tu cuarto, en las noches, cuando siempre buscaba una excusa para acostarme a tu lado y acababamos viendo peliculas.
Me haces falta en la madrugada cuando tengo pesadillas, cuando acudia a ti y acababa dormida entre tus brazos.
Me haces falta tu y solo Dios sabe cuanto.
Solo Dios sabe si volveremos a estar juntas de aquel modo, solo Dios sabe hasta cuando seguire sufriendo, hasta cuando me seguiran haciendo falta tantas cosas.

Me estoy destrozando y es bastante obvio para todos. Me estoy deshojando, partiendo, quedando sin vida. Eras la mitad de mi vida, de mi alma. Sin ti estoy incompleta, vacia, inutil, no puedo seguir andando. Me estoy auto-destruyendo, buscando cualquier excusa para hacerme daño, buscando a proposito fotos tuyas y mias para poder pasar toda la noche llorando, para no pasar el dia culpandome a mi misma por no estar tocando tu puerta y rogandote que regreses. Quiero respetar tu decision, de verdad que si, pero es tan dificil..

Rezo todas las noches, cada dia acudo a un santo nuevo y pido que vuelvas, pido otra oportunidad para lo que solia ser mi hogar y mi familia, mi espacio, mi territorio. Desde que te fuiste soy una judia en busca de alguna tierra, un pez en una jaula, un pajaro en una pecera, perdi mi espacio y mi sentido.

Nos hizo falta tiempo para valorarnos, para abrir los ojos, para darnos cuenta que aun con todos los defectos de aquella familia, eramos cuatro. Bien o mal, las cosas andaban y teniamos siempre ratos felices. Sonreiamos por dentro, pero no estabamos conformes, queriamos siempre mas.
Nos hizo falta tiempo para entender que cuatro es el numero perfecto, las sillas en el comedor, las habitaciones, los puestos en el carro, la vajilla, las boticas de navidad, los sueños..
Nos hizo falta orden y disciplina, nos hizo falta mas silencio y mas momentos de reflexion, nos hizo falta tiempo..
Ya no hay tiempo, no hay hogar, no hay sentido.
Ahora solo somos tres, ahora solo nos haces falta tu.

Recreo del pasado

Hoy te recordé, te dibuje en mi mente, puse mis segundos en tus manos. Hoy me provoco sonreir en nombre del pasado.
Hoy te vi sin siquiera esperar que me reconocieras, que me sonrieras, que voltearas la mirada, que me vieras.
Te veo siempre, cada noche en cada sueño, cada vez mas ausente, mas distante.
Te espero sin ya esperar nada en absoluto. Dispuesta a quemar los años jóvenes de mi vida, a subastar mis sueños por el único sueño verdadero: tu.

Y te quedaste conmigo aunque crees que te fuiste. Aunque el aroma de tu piel y el aliento fresco de tus abrazos le pertenezca a alguien mas, a alguna con la sonrisa mas bonita, el cabello mas largo, los ojos mas intensos.
Sigues conmigo y lo sabes, sigues encerrado en una caja oxidada de bordes desalineados y colores opacos, sigues encerrado en mi corazón.
Sueño con tu desaparición y con tu llegada, todavía sueño contigo, sueño que todavía me extrañas. Que de repente eres mi amor verdadero y que te deje ir muy fácilmente. ¿He debido retenerte? ¿Debi decir “te amo” mas a menudo? ¿No vi las señales? ¿Hubo señales?

Me canse de quererte porque se torno aburrido, común, rutinario. Pero todavía pienso en ti y en tus promesas y eso me inquieta. Si hoy corriera a tus brazos sin escuchar ninguna palabra de tus labios me pregunto si aquellas promesas de hace tanto tiempo seguirían en pie. Me pregunto todas las mañanas de mi vida si tu, al despertar, todavía sueñas con despertar a mi lado. Y así voy formulándome una pregunta tras otra, preguntas cuyas respuestas solo pueden venir de ti, si volviéramos a hablar, si volviéramos a tener contacto, si las cosas pudieran ser, solo por cinco segundos,  igual que antes.

Hoy quise sentarme y recrear el pasado mientras tomo una taza de café. Hoy quise sentarme para pensar en ti, solo en ti. Hoy se que te extraño, que te necesito literalmente para que mi vida tengo algún sentido lógico y visible. Me haces falta, muchísima falta, una falta terrible.

Debo confesarte que están esas noches en que solo tengo fuerzas para mecerme entre mis brazos y llorar tu perdida. Llorar hasta que me resbale al poner los pies en el suelo. Lloro tu ausencia y lloro mi estupidez. Fue bastante estúpido dejarte ir y dejame aclararlo. No te confundas, no creas que no te quiero. Te quise siempre pero por un monton de razones que ni yo misma puedo explicar, fui incapaz de permitirme sentirlo, incapaz de decírtelo y de hacértelo saber aun a través de la piel.

Dejame entonces ahora que decidi finalmente a escribirte, agradecerte un par de cosas. Dejame reclamarte ahora porque antes era incapaz de hacerlo, incapaz de prestarle atención a lo nuestro, incapaz de dar aunque fuese solo un paso por ver una mejoría, incapaz de tanto.

Nunca me gusto la mueca que hacías cuando te aburrías de mis conversaciones, ni que bostezaras cuando tenia que decir algo importante, ni que dejaras de oírme aun cuando me escuchabas. Nunca me gusto tu mania por interrumpirme y por hacerme perder las ideas. Nunca me gusto tu tendencia a mostrarme tu afecto en publico, siempre me pareció inmoral. Nunca me gusto como cantabas, ni me gusto que cantaras tan a menudo, de verdad que no. Los chistes y el sarcasmo siempre me ponían de mal humor y los apodos dulces que me ponías, cada día uno nuevo, me sacaban de mis casillas y no quería ni mirarte. Nunca me gusto que tardaramos tanto en decir “hasta mañana” aun cuando sabias que yo odio las despedidas, armabas una tragedia solo a propósito, solo para molestarme porque te encantaba molestarme. Nunca estuve de acuerdo con la homofobia y eso lo saben todos, sin embargo tu, seguiste adelante con el plan y cuanto me molestaba tener esas conversaciones contigo; aquellas discusiones bruscas en las que solo me provocaba abofetearte, discusiones que acababan en el balcón o en la cama, con besos silenciosos y caricias discretas bajo las sabanas; tu piel calida que me abrazada y yo aun tan fría, tan muerta. Aquellas discusiones.. Si tan solo supiera lo mucho que extraño aquellas discusiones.

Gracias por enseñarme a mirar al cielo mas a menudo, por detallar mas las estrellas y lo geométricamente complicadas que se pueden volver. Gracias porque tuviste el valor de gritarme a la cara que soy una cobarde, que hago las cosas solo para recibir merito de los demás, que me hago la victima cuando soy la culpable. Gracias porque entendí que mi vida es una tragicomedia desde el mismísimo momento en que llegaste a mi vida. Tanto sufri por tenerte conmigo, porque siquiera me hablaras y enseguida te tuve, y enseguida te deje ir. Gracias porque te imprimiste en mi hasta lo mas profundo de mi ser, porque me hiciste creer solo una vez que tu eras único y que yo era única y que nacimos únicamente para permanecer siempre juntos. Gracias porque mi ego se inflo hasta las nubes aquella primera noche en que tomaste mi mano y decidiste hacerme preguntas triviales solo para distraerme, para sonrojarme. Gracias porque durante el tiempo adecuado sentí mariposas en el estomago y creí en el amor para siempre. Contigo creí que si, que era posible empezar de nuevo, que mi pasado trágico y descontrolado podía ponerse a prueba, que aun después de tantos errores cometidos con manos distintas, podía sentirme nueva, limpia y pura. Podía sentirme solo de alguien, solo tuya.

Tan pronto te tuve, tan pronto te perdi. Tan pronto te me escapaste de las manos, tan pronto tanto sufrimiento, cuanto desencanto.

Te pediría esta noche que sueñes conmigo, te buscaría hasta el fin del mundo, te acompañaría cada domingo a la iglesia, tendría el desayuno siempre en la mesa antes de que despertaras, seria tu mejor compañera, tu complice. Aprendería de futbol y veriamos todos los partidos juntos, sabria yo mas de futbol que tu. Te apoyaría en todo, en tus sueños mas imposibles, encontraríamos la manera. Seria tu esclava siempre, siempre atenta, siempre allí. Mi vida únicamente dedicada a un solo hombre, por el y para el; por ti y para ti. Dejaría a un lado mi pasado, mi presente y mi futuro. Me fusionaría plenamente en tu cuerpo y en tu alma y ya seriamos una misma persona, un mismo destino, un mismo mañana.

Puedo ser linda, puedo ser agradable y dulce. Puedo ser tierna, puedo ser responsable, puedo ser calida, puedo ser mujer, si puedo. Al menos podría intentarlo y podría gastarme toda la vida en ese intento. En el intento de complementarte, de ser con quien sueñas, en quien piensas, por parecerme solo un poco a tu imagen de lo que es una mujer perfecta. Puedo evitar el daño, puedo no hacerte daño, puedo abstenerme de eso, de verdad que si, si puedo.

 “..Pero una palabra tuya bastara para salvarme.”


En espera de tu mas pronta y sincera respuesta
Con amor y llena de esperanza, siempre de esperanza.

Katherine Assaf

Alba

El sol aun no acababa de salir, Alba ya estaba despierta.
Esperaba cada mañana que su amor verdadero tocara la puerta.

El café inmaculado sobre la vajilla inglesa,
su sonrisa esperanzada, su juventud, su belleza. 
Sus cabellos eran de cacao puro con trazos de miel,
sus ojos eran lagunas verdes en el jardin del edén.

Alba prepara la mesa para dos y sirve cuidadosamente el desayuno,
cree que el hombre indicado llegara, pero frente a su silla no hay ninguno.
Come tranquila pues cree que el trabajo lo ha retrasado, 
recoge la mesa y cantando se va a lavar los platos. 

Alba no se inmuta cuando galantes caballeros tocan su puerta
y le regalan toneladas de flores.
Ella no se deja cortejar, ella le pertenece a un solo hombre. 

Alba pinta el rostro de su amado cada tarde,
su cara esta en su cuarto, en la sala y en el garaje.
Todas las paredes impregnadas de los ojos y la sonrisa de aquel,
Alba le sirve el almuerzo y lo espera hasta que cae el atardecer.

Esta tranquila, el trafico ha debido causar la demora,
ella sabe que no pasara la noche sola.

Alba se distrae con el pincel en la mano,
como siempre retrata con pasion a su amado.

Alba sirve el te para ella sola,
pues a el nunca le han gustado esas cosas de señora.
El prefiere el te negro, con poca azucar, amargo.
Ella lo consiente y lo prepara siempre de antemano.

Una serenata de otro admirador,
ya ni se molesta en asomarse a la ventana,
se va a pintar cansada rogando,
que otro admirador no vuelva por la mañana.

Alba prepara el lado de la cama de su amor,
sabe que esta sera una de esas noches de pasion.
Alba va al comedor y sirve una exquisita cena caliente para dos.
Ella sabe que el llegara en cualquier momento, no voltea a mirar el reloj. 

Alba espera porque su amor no la dejaria cenar sola,
aunque quiza haya tenido que trabajar hasta altas horas.
Alba no se preocupa, eso suele pasar.
Esperar es el sacrificio cuando se decide amar.

Alba ama con locura a aquel hombre,
nunca lo vi llegar, nunca supe su nombre.

Veo a Alba desde mi ventana pintando en su lienzo,
los ojos de su amado parecen de caramelo.
Su pincel ya tiene magia propia, ella cierra sus ojos y se deja llevar.
Quiere mostrarle la obra de arte a su amado, no puede esperar. 

Alba se acuesta en su lado de la cama y deja el lado de su amor hecho,
el nunca le ha faltado en las noches, siempre despierta en su lecho.

Los pasillos de su casa estan pintados de aquel caballero,
es el unico hombre fiel, adorable y sincero.
Alba sabe con certeza que no existe un hombre igual,
ya los conoce a todos, siempre supo que esperar.

Pero los engaño a todos antes de ser engañada,
clavo el puñal varias veces en diferentes espaldas.
Entonces llego su amado y todo cambio,
fue incapaz de detenerlo, su autenticidad la convencio.

Alba cierra sus ojos feliz en su espera,
convencida de amanecer mañana entre sus piernas.
Sonrie con determinacion, con paciencia y con encanto,
Alba amanecera mañana enrredada entre sus brazos. 

Asi fue al dia siguiente,
Alba amanecio completamente sola,
asi pasaron mas dias,
asi pasaron mas horas. 

El tiempo se instalo en su cabello y en su frente,
las canas y las arrugas aparecieron inevitablemente.

Alba aun lo espera pacientemente,
sus pasillos llenos de rostros con hombres diferentes.
Hay hombres rubios y hombres morenos,
hombres con ojos oscuros y hombres que parecen buenos.
Hay hombres robustos y delgados,
con mucho cabello y algunos casi calvos.

Alba esta sentada tranquilamente en su sillon,
ya no han venido mas enamorados a cortejarla en el balcon.
Alba gasto su vida en espera del hombre perfecto,
dibujando la perfeccion en cada uno de sus lienzos.

Alba se quedo esperando a hombres diferentes,
para ella ninguno parecia suficiente.
Alba se quedo sola con arrugas en su frente,
rogando por que apareciera cualquier pretendiente.

Pero ya era tarde, muy tarde para el amor,
la juventud abandono su cuerpo y su encanto se desvanecio.

Alba esta cada mañana sola,
frente a un lienzo que esta siempre en blanco.
Alba esta cada mañana sola,
Alba sigue esperando.

A ti

¿Que puede tener sentido ahora que te has ido?
¿Que funcion tiene mi vida si ya no la vivo contigo?
Paso las noches en vela, sin ti me falta el aire.
No duermo por no soñar con que volveras, madre. 

Entiendo tu juventud y tu felicidad, entiendo que estuvieses triste,
se que la vida no te devolvio ni la mitad de lo que diste.
Que los cuentos de hadas y los principes azules no existen.
Tuve que ser tu experimento hasta que lo entendiste. 

Aun si llueve y la lluvia resbala sobre mi cara podrias saber que estoy llorando,
que es tan intenso mi dolor, que es tan amargo mi llanto.
A simple vista entiendes que no son lagrimas de egoismo o de coraje,
es simplemente la impotencia de no poder retener a mi madre. 

Te esfumas de mis manos como arena escurridiza,
he perdido el inventario de lo que solian ser sonrisas.
Ahora volteo cada fotografia en la casa en que aparece tu rostro,
no quiero seguirme recordando que no volveras con nosotros. 

Dicen que me acostumbrare a estar sin ti, pero eso es una mentira.
Te has llevado mis años, mis secretos, mi historia, mi vida.
Pensé que tomarias un tiempo para reflexionar sobre todo lo que has vivido,
pensé que al final buscarias el calor en los brazos de tus hijos.

En la mañana te imaginaba feliz, camino a casa, ya no estabas triste.
Pero vi como caia la noche, vi que nunca mas volviste. 

La cocina es una sala sin tu sazon divertido,
mi cuarto en una carcel si ya no estas los domingos.
La television es basura, vive apagada.
No me atreveria a ver una pelicula sin acomodarme en tu almohada. 

Rompes mi corazon con cada paso decisivo que das,
a ti parece no importarte, siquiera has mirado atras.
¿No te duele pensar ni un momento en los demas?
¿Que habran recuerdos en mi vida que nunca tendras?
¿Que habran navidades y cumpleaños, que tu no estaras?
Que no importa como te excuses, has destruido mi hogar.

Mis suplicas no te importan, no escuchas mis promesas.
Estas tan encerrada en tu egoismo, no discutes, no conversas.
Yo lucharé hasta el final si algun dia tengo una familia,
prometo por encima de todo nunca dejarla a la deriva. 

No te importa nada y si acaso te importa soy incapaz de notarlo.
Pasare cada dia culpandome a mi misma por no haber podido arreglarlo,
porque sea lo que sea que hubiera tenia arreglo,
como aparece el sol después de la tormenta en el cielo.

Por ver a mi hermano llorar por ti cada noche y consolarle.
Recoger sus inocentes lagrimas, no tengo nada mas que darle,
no son lagrimas de tristeza, no son lagrimas de coraje,
llora simplemente por la impotencia de no poder retener a su madre.