Debajo de mi subconsciente te escuchaba,
Entre las pupilas ocultas te miraba,
Y cada palabra oscura era una mentira,
Esa noche se me olvido que existías.
Te acercaste con exceso, yo sabia a que venias,
Maldita mentira que nos endulza en un hechizo mutuo,
Cerca susurraste a mis labios que me querías,
Te hice creer que te creía,.. Era mi turno.
Con un esbozo como de sonrisa complaciente,
Pasee tus dedos por mi silenciosa silueta,
Vislumbre tu sombra, diste un paso al frente,
El mármol frío bajo mi espalda me encendió de repente.
Entre mis labios rotos yo te besaba
Y callaba con un beso cualquier falsa ilusión,
Dejaba huellas imborrables en tu piel que ardía
Y sellaba en seco los gemidos de un corazón.
El sudor tibio se colaba por tus dedos
Y el aire, apresurado, salía de mis pulmones,
Fue enfermizo el instante extasiado
Donde se fusionan dos cuerpos sin almas, sin nombres.
Era medianoche, te hundías bajo el vestido
Y tus juramentos de amor se hacían mas provocativos,
Entre el ron, las sabanas y mi alma descubierta
Se escondía el odio simulando una pasión sincera.
La lujuria es elegante, se esconde bajo la seda,
Y el hombre tonto, no ve las cartas que se juega,
Apostaste que me llevarías a la cama, con tu amigo,
Yo aposte conmigo misma que no saldrías vivo.
Rasguños profundos desesperados en mi pecho
Y una gota de sangre que denuncia el delito,
El puñal que ahoga tu tórax esta noche
Fue el que ayer asesino a un amor infinito.
Mármol pulido blanco,
Tu mano débil tiembla en mi muslo,
Ahogo tu rostro contra el lago vinotinto
Que poco a poco se acrecienta en el piso.
Suplicas de auxilio, gemidos entrecortados,
Frágil, desnudo y repugnante sobre la alfombra inglesa
Reposaba el futuro cadáver de un hombre que hirió mas allá
De un apagado cuerpo envuelto en velas y sangre espesa.
Inmóvil y putrefacto sobre algodón extranjero,
Dividí en piezas tu vacio y lamentable cuerpo,
Humedecí mis labios en mi único testigo, alcohol,
Y te bese con tan hipócrita pasión.
En el fondo te he amado siempre,
Y quizás en algún momento tu me amaste a mi,
Pero esta noche reposas en silencio y enterrado,
Sin saber que estos versos son para ti.
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