domingo, 4 de abril de 2010

Fragmentos de un romance del ayer

Esta noche solo escribo una carta. No soy mas que una mujer ingenua apoyada en una hoja de papel. Esta noche no pretendo que mis versos rimen ni que la historia parezca bonita. Esta noche escribo para mi y no espero nada mas que el mismo silencio de todas las noches, porque he comenzado a descubrir que todas son exactamente iguales.

No soy masoquista, no. Solo busco aceptacion y apoyo. Ni siquiera busco estabilidad porque es algo que, claramente, no existe. No busco que me comprendan porque mi busqueda no daria frutos aunque empeñara toda mi vida en ello. Me basta con una sonrisa despues de decir algo estupido, me basta con que tomen mi mano cuando pierda la nocion de las cosas por un par de segundos, cosa que pasa muy a menudo. Busco las palabras indicadas en el momento equivocado. Busco, basicamente honestidad. Ya no busco la verdad absoluta; no existe. Busco tu verdad y la mia y a traves de ellas, busco nuestra verdad; una verdad que baste para ti y para mi; eso hubiese sido suficiente.

Pero las cosas nunca son como lo planeas ni como lo esperas. No importa cuanto te aferres a algo, lo pierdes. Es el orden natural de las cosas, claro esta; pero para mi eso nunca fue suficiente.
No le escribo a nadie en especial, pero se que cuando leas esto porque, indudablemente lo haras, sabras que hablo de ti, no para ti y muchisimo menos contigo.

En este parrafo confesare un par de cosas, aunque no se supone que anteceda lo que dire en las proximas lineas, Ya con sinceridad no me importa si esto tenga la estetica suficiente para que te parezca agradable ya que nunca nada fue suficiente para ti; o quizas alli yace el problema, que te conformabas con demasiado poco, pero ya hablaremos de ello mas adelante. Volviendo a las confesiones: debo confesar que me enamore de ti esa misma noche que te conoci, aunque sabia que aquello no iba a parar a ningun lado y estaba frente a mis ojos que aquella tonteria no tenia futuro. Confieso que nunca, ni por un momento, crei ninguna de tus palabras ni tus frases por mas convincentes que parecieran. Nunca te escuche con suficiente atencion porque se que nunca dijiste la verdad. Confieso que mis mejores noches fueron a tu lado, que tu piel siempre sera la mas suave que he tocado en mi vida y que tu aroma es un tatuaje que quedo grabado en el hipocampo de mi corazon. Confesemos estupideces ya que estoy aqui sentada sin nada mejor que hacer. Nunca nadie habia cocinado para mi ni me habia cuidado de tal manera cuando me enfermaba (todavia recuerdo aquel dia en que debias irte y te quedaste un rato mas solo a hacerme te, consentirme y cobijarme porque andaba en mis dias, a pesar de que mi humor fuera una pesadilla y no soportabas un minuto mas de mi tan marcado trastorno de personalidades multiples). Confieso que eras torpe, lo bastante torpe para vivir haciendo las cosas mal y decir las cosas mas estupidas del mundo cuando yo necesitaba escuchar una respuesta inteligente. Pero la peor de todas mis confesiones, la que me rehuso a reconocer es que se que me amaste. Se que en algun punto del camino, nuestra historia se bifurco y tomaste el otro camino o tal vez te caiste y te golpeaste la cabeza, pero de algun modo en verdad comenzaste a necesitarme, a extrañarme y antes de darte cuenta me estabas amando. Se que me amaste, se que me amas; pero soy incapaz de reconocerlo porque debo fingir que no me importa porque, de verdad, que no me importa.

Aquella noche cuando volvimos, cuando me prometiste en todos los idiomas que cambiaria y que todo seria mejor, cuando juraste que terminarias de leer Merrick (el libro que llevabas casi seis meses leyendo) como sinonimo de tu cambio y de tus ganas de empezar de nuevo. Esa noche frente al mar cuando las estrellas y la luna llena fueron testigos del comienzo, alli senti como nunca antes que te aferrabas a mi y que, por ninguna razon en el mundo, podias dejarme ir. Querias parecer indiferente, pero el amor no te perdonaba y me amabas demasiado; era imposible no notarlo. Esa noche sigue grabada en mi mente y, aunque ya no me importe ni tu nombre ni tu vida en lo absoluto, no podre olvidarla nunca porque fue la demostracion de afecto mas hermosa que jamas haya presenciado en mi vida.

Es dificil expresar con palabras tantas cosas, tanto tiempo.

No te extraño, ni te necesito, ni te recuerdo. Como dije anteriormente, no me importas en lo absoluto.
Pero es imposible no recordar el romance, las horas adolescentes que pase a tu lado, embriagados de amor y hormonas; conociendo la anatomia del cuerpo y la del corazon. Descubriendo con toques magicos las funciones de cada celula y el alcance de un beso o de una sonrisa. Te agradezco, no porque fuiste especial en mi vida, sino porque fuiste el intermediario que me permitio conectarme conmigo misma y conseguirme, conocerme como nunca antes lo habia hecho. A tu lado conoci mis fronteras y mis limites y, no hace falta mencionar que, indudablemente, tambien conoci las tuyas y otras cosas que soy incapaz de comentar en esta carta. Si te sirve de algo, en algun punto de mi vida te ame, pero no fue ese amor ciego y estupido que crei que duraria para siempre. Fue el amor de toda una vida que se puede entregar en una sola noche y, despues de alli, sientes que puedes morir en paz porque diste todo y mas de lo que posiblemente se puede dar a otra persona.

Recuerdo la hamaca, las caminatas en la playa al atardecer, la piscina en las noches. Recuerdo tu intento frustrado de enseñarme a bailar musica tropical en el que siempre acababa convenciendote con mis movimientos electronicos del pop contemporaneo. Y entonces pasabamos horas y horas hablando de tonterias, de nada verdaderamente importante; de nuestros sueños.

¿Sabes como se que lo nuestro era puro? Porque podia burlarme de tus imperfecciones y tu te reias a carcajadas del millon de errores que cometi en el pasado. Se que era puro porque podia pasar todas las noches en tu regazo, en aquel jardin, viendo nuestra constelacion e inventando formas en el cielo.

En conclusion, me enseñaste que el amor existe; cosa que venia dudando hacia mucho tiempo.
Antes de tu llegada planeaba abandonar la busqueda, pero llegaste y cambiaste mi panorama y mi ideologia. Y aqui estoy esta noche sola, pero se que mañana o eventualmente llegara la persona indicada y, cuando por fin la reconozca, no dudare ni un segundo en amarla, porque comprendi, a tu lado, que el amor en realidad existe y que si soy capaz de dar y recibir.

Te agradezco eso y entre otras cosas, me despido.

Sin planes de volver a verte, pero conciente de que es el destino quien decide,
hasta entonces.

P.S.
"Todo lo que sucede una vez, puede no suceder nunca más. Pero todo lo que sucede dos veces, sucederá, ciertamente, una tercera".-Paulo Coelho.

1 comentario:

  1. Eso es lo mas curioso de las cicatrices, que siempren estan hay. Pero, eso no significa que no hallan sanado!

    ResponderEliminar