Solo un espacio para respirar, es todo lo que necesito. Ser mejor, ser peor. No hace diferencia, apenas respiro. Quiero irme, lejos, perderme. Quiero dejar de estar, quiero ser ausencia. Porque un pedazo de mi espiritu muere, esa conviccion de luchar por lo que quiero, por lo que pienso, por lo que siento, muere. La estrella fugaz que nos obliga a perseguir los sueños, nuestros sueños, titila y eventualmente se apagara. Estrella que se va apagando con los años y el dolor, se apaga en mi juventud, en plena juventud. Aqui voy, con los ojos abiertos y perspicaz, conociendo todos los peligros del mundo y sabiendo discernir, pero estoy vacia. De que sirve tanto y todo si no hay nada ? No queda nada. Una vez mas entrego mi vida, vendo mi alma por un corazon que sirva, que sienta. Cambio la sabiduria y la experiencia por un pedazo de lo que sea, sobras de sentimiento, de ganas de luchar por el mañana. Algo que recibir cuando no queda nada. La tristeza me embarga y es todo lo que soy capaz de sentir. Es tan lamentable mi estado que ya no tengo fuerzas para odiar. He perdido mis capacidades y atributos para soñar. Sueños ? Solo me queda la realidad, nada mas. Y la realidad duele. Mi realidad siempre duele. Escuché que el tiempo cura todo, pero no. Como pude confiar en la gente ? En sus palabras. No aprendo, he ahi mi error, no aprendo. Quiero ver colores con toda la fuerza de mi corazon, quiero sonreir, aunque sea una vez. Quiero llorar por el amor, otra vez. Quiero ser quién era, alguna vez. Necesito ser. Quiero ser. Lo que sea. No tolero, ya no aguanto la neutralidad de mi existencia, la indiferencia, la insensibilidad. Perderme es una buena idea, pero una segunda oportunidad seria mejor. Dios, escuchas ? Estas ? Crees en mi ? Puedes ver en lo que me he convertido ? Tu mueca de lamento lo dice todo, tu mirada de decepcion me duele. Y es todo lo que puedo sentir. Extraño lo que era, quién era ?
Era una inocente niña capaz y dispuesta a enamorarse, convencida de arriesgarlo todo en nombre del amor. Era una exploradora en busca de aventuras, sin miedo. No existia peligro ni riesgo que me hiciera dar un paso atras. Era aquella pequeña que tocaba su melilla un millon de veces cuando el chico de sus sueños le daba un beso de cortesia. Yo era aquella que creia en principes azules, en cuentos de hadas y en felices para siempre. Era dueña del mar y de la tierra. Era libre, puramente libre. Caminaba sonriente mientras le inventaba figuras e historias a las nubes, mientras contemplaba la alegre danza de las coloridas mariposas. No habia limites, ni una sola razon que me convenciera de detenerme. El final nunca era posible, nunca. Era una niña de fe, tenia fe, quizas demasiada, teniendo en cuenta el mundo en que vivimos. Mi fe crecia cada dia mas. Yo era aquella que se escondia en el armario y tomaba los tacones mas lindos de su madre, y en el espejo, veia reflejado en sus ojos su potencial para ser una mujer, fuerte, valiente, capaz de morir a causa de la verdad, de su verdad, de aquello en lo que creia. Tenia esa capacidad de hacer de algo simple, algo extraordinariamente maravilloso. Disfrutaba mis caidas, me reia de los golpes y las heridas. Me levantaba y junto a mis ilusiones, me sacudia el polvo y durante la caminata reiamos a carcajadas. Todo tenia sentido, hasta nada en absoluto llenaba a mi corazon, lo dejaba satisfecho y rebosante de alegria. Hoy solo vivo por el sueño del reencuentro conmigo misma, por la idea de volver a ser aquella. Aunque la logica no este de mi lado, quiero ser la de ayer, la exploradora, dispuesta a todo, sin miedos en el alma. Quiero volver a ser quién era, aquella que caminaba sin rumbo fijo, donde cada paso era una meta, donde cada bocanada de aire era un incentivo para seguir adelante. Quiero buscarme, quiero encontrarme y si acaso ése dia llega, entregarme a la vida como nunca antes nadie lo ha hecho. Solo estoy retrasando mi muerte en espera de ese dia, cuando me reencuentre conmigo, cuando me sea devuelta mi esencia, mi espiritu. Cuando la sangre vuelva a correr por mis venas, y la piedra que esta en mi pecho sea reemplazada por aquel que solia ser mi decidido y valiente corazon.
Porque finalmente entiendo que, no importa lo que me haya hecho el destino o lo mucho que haya sufrido por su causa. El camino a la redencion siempre ha estado frente a nosotros, anhelando, suplicando ser caminado. El cambio esta solo en nuestras manos, el mañana no se rige por ninguna ley mas que la de nuestra decision. El destino esta escrito por nuestra voluntad. La fuerza superior, el todopoderoso, omnipresente, omnipotente, somos nosotros. Soy yo, eres tu. Culpables y unicos culpables, dueños y unicos accionistas de nuestro pasado, de nuestro mañana, de nuestro triunfo o nuestra desgracia. La suerte no existe, es apenas nuestra humana debilidad de indecision, nuestro miedo a decidir, y eventualmente, cuando ya nada se espera, surge el resultado, bajo tu mando, bajo tu voluntad. Desde hoy no duermo para descansar, sino para soñar, pues cada minuto que cerramos nuestros ojos, son sesenta segundos de luz que hemos perdido definitivamente.
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