lunes, 4 de enero de 2010

Un rostro olvidado, una historia pasada

Esta noche invoco al silencio y a la muerte,
ya he simulado lo suficiente.
Mantuve la promesa, espere firmemente.
Crei la mentira que dibujaste: para siempre.

Para siempre es mucho tiempo, para siempre no existe.
Me quedé esperando tu regreso,
aferrada a una promesa que no cumpliste.
Me quedé esperando, guindando de tu recuerdo,
del millon de palabras que dijiste.

Perdoname si soy muy cruda al decir la verdad,
pero es el unico modo de afrontar la realidad.
Perdona mi ilusion y mi esmero por creerte,
mi coraje de admitir que estaba conciente.

Duele reconocer ciertas cosas,
como el pasado y los recuerdos de tu boca,
pero ahora alguien ocupa tu lugar y no importa.
Nunca me mereciste, lo entiendo ahora.

El me quiere, el me ama, me adora.
El es todo lo que tu no podrias ser ni en esta vida ni en la otra.

Y lo quiero, si lo quiero,
y me rio de mi misma por haber creido en tu regreso.
Me rio a carcajadas de pensar que te creia,
que era devota de tu farsa, de tu mentira.
Que te impulsaba a hacerme daño con osadia,
la herida a veces duele, todavia.

Pero esta bien, mi camino esta hecho, estoy cargando otra cruz.
Estoy nuevamente enamorada de alguien que ya no eres tu.
Y lo quiero, y lo sueño y lo sigo y permanezco con el,
pero a veces temo que lo que me hiciste, el también lo pueda hacer.

No eres poco, no eres nada,
un rostro olvidado, una historia pasada.
No te quiero, no te necesito, no te extraño,
y sin embargo escuchar tu nombre todavia me hace daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario